sábado, 5 de julio de 2008

Para reflexionar un sábado o cualquier día

Es cierto que José Pablo Feinmann es un tipo interesante y a la vez polémico. Intenté seguir su ciclo de Filosofía aquí y ahora en en canal Encuentro pero los muchachos de Multicanal se opusieron cortándome el cable por falta de pago. Opté entonces por la posibilidad que me quedaba más a mano, buscarlo, vía Emule, y bajarlo. Gracias a Dios alguien los subió y ahora los estoy devorando sin pausa. También es verdad que el tipo se casó con los K, tal vez enceguecido por la invitación que le hizo el propio Néstor a la Rosada. Es cierto que dijo que cualquier pelotudo tienen un blog para faltarle el respeto a los lectores, pero bueh! como todo intelectual "industria argentina" tiene su cuota de soberbia y de frivolidad. Así y todo, desde sus expuestas contradicciones internas, el hombre con ese curso de filosofía por TV sumó. Sí!, ya sé que los muchachos k le habrán pagado bien por ese y otros programas que tiene en Canal 7, pero al menos alguna de sus exposiciones puede haber abierto alguna cabecita loca idiotizada. Otros pasan por caja todos los meses, se llevan fortunas y hacen productos paupérrimos.
Volviendo al curso, los que tengan la posibilidad de bajarlo como yo, haganló, no se van a arrepentir. Como esta tecnología no está al alcance de todos les dejo una de sus definiciones para pensar el fin de semana y si es posible, que sería lo más conveniente, todos los días y a cada hora.


"La rabelión es imposible cuando no existe la conciencia de la indignidad, lo que hace imposible la conciencia de la indignidad es creer que vivimos en el mejor de los mundos posibles. Es verdad que para que algunos vivan en el mejor de los mundos posibles otros tienen que vivir en el peor de los mundos posibles. Esta tremenda injusticia que subyace al sistema social casi único en estos momentos, esta situación tienen que llevarse a la conciencia de aquel que padece la indignidad.

Yo diría que gran parte de la tarea de la filosofía es revelar o conseguir que aquel que está sumergido en el oprobio durante su existencia tome en algún mundo conciencia de este oprobio. En la medida en que tome conciencia de este oprobio la decisión de cambiarlo empieza ahí. En la medida en que no la toma va a seguir siendo siempre una mera cosa de un aparato que lo explota. Todo eso lleva a que el individuo no se encuentre con su propia subjetividad, no llegue a ese momento en que diga ¿pero, esta es la vida que yo quiero vivir? ¿este soy yo? ¿esto es lo que quiero para mí? ¿esto es lo que yo soñé de joven? ¿hasta que punto estoy traicionando absolutamente mi juventud? porque yo pensé algo para mí cuando era joven. Después fui pensando cada vez menos, después entregué esto, después entregué aquello y lo otro y ahora estoy aquí entregado, idiotizado, viendo estupideces todo el día, obedeciendo órdenes durante todo el día, comiendo y durmiendo mal también.

Esto tiene que cambiar, ese momento exacto es el de la conciencia crítica, la conciencia crítica es ese momento en el cual el individuo descubre su yo verdadero; íntimo, en el cual él se permite cuestionar su propia vida y el mundo que lo rodea y esto es muy alentador. La filosofía debe ayudar a que esas cosas cambien porque son muy valiosas."

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