Hay momentos históricos en los que conviene ser opositor o mantener dentro de una línea "reformista", si se quiere, un discurso crítico. Con respecto a los medios está muy claro a quien le conviene estar de una vereda o de la otra. Lo real es que por sobre todas estas cosas están los datos objetivos, que obviamente, pueden ser "utilizados" con una finalidad u otra, además en la era de las mediciones hay que decir que la materia ha sido desvirtuada y bastardeada a más no poder. Basta ver los resultados de las consultoras, que más que encuestas, hacen operaciones políticas publicando los informes que benefician a sus clientes y luego pasan por debajo de la puerta la verdad de la milanesa. Sobre el INDEC, bueh! para que hablar.
Les propongo un ejercicio científico de entre casa, no hay que hacer cuentas ni nada, sólo es preciso pensar un poquito en el living y en ojotas si es necesario. Se trata del viejo y tan ponderado método de la contrastación. Primero vemos los datos que el joven Maximiliano Montenegro rescató de dos fuentes que no son precisamente el Partido Obrero, el MST o Pino Solanas, hablamos de la la página web de la Secretaría de Finanzas del Ministerio de Economía y un documento enviado por Félix Camarasa, director por Argentina en el Banco Mundial, al ministro Carlos Fernández.
Según esta data el gobierno popular de los Kirchner abonó (cash!) y en lo que va de su gestión a los organismos internacionales (FMI, Banco Mundial, BID y ahora el Club de París) la escalofriante cifra de, para redondear, 30 mil millones de dólares.
En base a ese "gran proyecto" de distribución de la riqueza estos son algunos resultados: ya en el 2005, un informe de la ONU (allí no hay un Moreno opositor) la Argentina era el país latinoamericano que más afianzaba sus desigualdades. El mismo, hoy poco creíble INDEC, reconocía en mayo 8 millones de pobres, entre los cuales 2 son indigentes. No los quiero amargar muchachos, pero acá hay más números siniestros que corresponden a las zonas más pobres de la República. Ah! lamento informarles que tampoco son de Seprin, El Ojo Digital o el portal de Jorge Asís. Hasta el propio diputado oficialista, Miguel Bonasso criticó duro esta decisión execrable e impiadosa, el periodista y gran escritor afirmó que va a resultar difícil argumentar –como ocurrió en el caso del FMI– que se trata de una decisión “nacional y popular” y aseguró que es la señal de un gobierno debilitado.
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