martes, 21 de octubre de 2008

Los docentes y todos somos rehénes de dos demonios

Es obvio que de Mauricio Macri no se podía esperar otra cosa. Después de todos los negociados que su papi, Franco, hizo con el Estado milíco, especialmente con la ciudad de Buenos Aires (recuerden Manliba y otros curros) era de esperar que el vástago diga que la metrópolis más rica del país no tiene fondos. De los setenta para acá, están todos en las cuentas bancarias de su familia, sólo que la amnésica burguesía capitalina prefirió hacer las veces de que el "empresario" es ahora un funcionario pragmático y un "gran administrador" y lo votó. Sí, ya sé, Filmus y Telerman eran y son impresentables, de acuerdo!, pero saben qué, había otros.
Lo que también indigna es el discurso del oficialismo k. Escuché en Radio Nacional, al ahora kirchnerista recalcitrante (le dieron laburo), Halperín haciendo una nota donde se dijo que mientras el gobierno porteño aduce no tener plata, paga millonarios subsidios a colegios privados y especialmente religiosos cuando faltan escuelas en muchos lugares de bajos ingresos en la Capital Federal. Eso sí que es manipular la información, ¿cómo? acaso el Estado Nacional no paga fortunas a cientos de colegios privados y católicos en particular, mientras en el Chaco (por nombrar un lugar) ocurre no sólo que no hay escuelas, sino que cientos de criaturas no tienen para comer. No nos mientan más crápulas. Tanto Macri, con sus lúmpenes sirvientes (Gabriela Michetti, Rodriguez Larreta, Diego Santilli y otros delincuentes) representan la misma mierda que Kirchner, su vocera Cristina y los serviles Anibal Fernández, Florencio Randazzo, Massa y otros tantos hijos de puta. Listo!!, se fue el periodismo gráfico y la impostura al carájo, que le voy a hacer, me enervo viejo!!!. Y ya que está, le doy letra a José Pablo Feinmann para que diga que cualquier puteador pelotudo (y limitado dicursivamente hablando) tiene un blog. Sí, y queeeé?!!!

1 comentario:

F. Fabian S. dijo...

Ja ja, ja,!!! Ese Feimann lo creia mas vivo y no tan soberbio.