domingo, 25 de noviembre de 2012

El día que Clarín se preocupó por los reclamos de los Trabajadores de Prensa

Esta guerrita mediática y judicial, o "divorcio", como afirma el cínico Asís, entre Clarín y el Gobierno, sigue siendo la comidilla que mantiene entrenida a la clase media argentina, como bien señalara Lucas Carrasco en esta nota. Estos cruces verbales, de cartas documentos "incendiarias", de mensajes publicitarios; esto de andar tirándose jueces, abogados y periodistas por la cabeza, no tiene demasiada repercusión en el impenetrable chaqueño y menos aún en las barriadas suburbanas donde la vida tiene que ver con otra cosa, con sobrevivir. Esta pelea de poder y hegemonía está armada para definir quien gobierna, es decir quien va a hacer los negocios durante los próximos diez años, además también es un factor que es utilizado para distraer a los sectores medios, que así como ven el "Fútbol para Todos", dedican gran parte de su tiempo a consumir merchandising de la "pelea del siglo": diarios, revistas, programas de radio y televisión para todos (y todas). Así transcurren los días de los sectores más acomodados discutiendo en las mesas turísticas de los fines de semanas largos, confiterías, bares y restaurantes, donde por ahora cabe decirlo, el consumo para esta franja societaria no ha bajado para nada. Lo increíble es que hasta hay colegas profesionales que se frotan las manos esperando el 7D como si eso fuera a determinar algo importante en sus vidas. Algo así como si un triunfo de de la selección les garantizara vaya a saber que beneficios personales... una locura verdaderamente incomprensible. Esta costumbre autóctona de llevar todo al terreno de la competencia fútbolera nos hace recordar aquella frase del viejo Enrique Symns, quien alguna vez dijo "en un país fascista como éste, los triunfos deportivos se convierten en los triunfos individuales": Les recomendamos releer la nota porque es imperdible. Lo cierto es que esta coyuntura "beligerante" ha dado, y va a seguir dando pie, a todo tipo de sorpresas. Esas que por ejemplo te muestran a los medios oficialistas denunciando los abusos laborales de Clarín mientras es cómplice y factótum de mercenarios tipo Szpolski, Garfunkel, Moneta, Cetrá, o Vila y Manzano, que viven precisamente de joder a los laburantes del gremio al que pertenecemos. Ahora también se da a la inversa, algo que por ahora no había sucedido, y es que el negrero histórico de Clarín sale a denunciar los abusos laborales del otro lado del mostrador, los de Szpolski. Algo que rompe, aunque sea un poquito, ese acuerdo implícito de la "solidaridad empresaria". Por años ninguno de estos grupos nefastos se denunciaron mutuamente en cuestiones vinculadas a ilegalidades laborales. Se pegaban con todo lo que tenían a la mano pero jamás tocaban los intereses de clase de cada uno. Ahora la peleita del 7D está logrando milagros. Esto que publicó el gran matutino argentino, aprovechando la bolada para darle al Gobierno no lo habríamos imaginado nunca, tiene que ver con la posibilidad de cierre de Miradas al Sur, el diario se Szpolski que dirige el volátil Eduardo Anguita, le decimos así por esto. Lean este segmento de lo que editó el viernes Magnetto: "En un comunicado de la “Asamblea de trabajadores de Miradas al Sur”, los empleados explicaron que la decisión original de Szpolski y Garfunkel “debilita al medio, multiplica las dudas sobre su continuidad e incluye un proceso de achicamiento, cuyos objetivos finales desconocemos, pero que ya se materializó en ofrecimientos de retiros ‘voluntarios’ y ‘propuestas’ para pasar a otros emprendimientos del Grupo Veintitrés . Ambas alternativas en condiciones claramente desventajosas para los trabajadores”. En ese comunicado los empleados denunciaron “la degradación y la pauperización del espacio de trabajo”. Y agregaron que durante el “último tiempo, la empresa ha deteriorado poco a poco las condiciones de trabajo”, mediante la falta de pago durante siete meses de este año de los sueldos a los colaboradores permanentes, cuyos “pagos siguen atrasados”. Además desde hace dos años que no se pagan los viáticos y “desde hace varios meses la publicación dejó de contar con fotógrafos, quienes hoy han quedado sin tareas asignadas”. Por todos esos motivos, los empleados de Miradas al Sur , convocaron a “los lectores, colegas y organizaciones políticas y de la sociedad civil a acompañarnos en esta etapa que pone en riesgo nuestros puestos de trabajo”. Si quieren el articulo completo entren acá

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