Más allá de los resultados de la final entre Argentina y Alemania, que dicho sea de paso, no va a cambiar absolutamente en nada la vida personal del 99.9 por ciento de los compatriotas, salvo de los millonarios dirigentes que conducen la corleónica FIFA, Grondona y su séquito familiar por nuestra cuenta, los jugadores y los suyos, y los contrabandistas del talento que participan de la compra y venta de figuras que son los gladiadores de este circo parecido, aunque a mayor escala económica, que el de la Fórmula 1. Cuando el show se termine hoy y las utilizaciones burdas que los gobiernos pseudo nacionales y populares de Brasil y Argentina hicieron de él, ocurrirá como dice Joan Manuel Serrat en su clásico Fiesta: "Y con la resaca a cuestas
vuelve el pobre a su pobreza,
vuelve el rico a su riqueza
y el señor cura a sus misas.
Se despertó el bien y el mal
la zorra pobre vuelve al portal,
la zorra rica vuelve al rosal,
y el avaro a las divisas.
Se acabó,
el sol nos dice que llegó el final,
por una noche se olvidó
que cada uno es cada cual.
Vamos bajando la cuesta
que arriba en mi calle
se acabó la fiesta.". Volveremos a la realidad en pocas horas, el patrioterismo de cotillón que movilizó a 100 mil tipos (con resto y no tanto) a cruzar la frontera a como de lugar, se terminará y seguirán como autómatas indiferentes a todas las miserias que los rodean. Está comprobado que cuando se convoca a esta misma gente a movilizaciones con fines loables como acabar con el hambre en un país rico como este, todos prefieren quedarse en casa rascándose el higo. Así que los fundamentalistas de la "Pasión Futbolera" que catalogan al que critica este tipo de cosas de "falta de barrio, potrero y argentinidad al palo", se pueden guardar el discurso para causas más interesantes. La pasión por un triunfo deportivo no es una pasión muchachos, es una simpatía, un entretenimiento, un calmante de corto plazo que por un rato nos genera sensaciones de triunfalismos o derrotismos que no son tal. El horror a la existencia en un mundo desigual donde todos estamos en el barco del miedo a perder el laburo, del lugar que ocupamos, de estar en un sistema que nos oprime y nos resulta terrorífico aunque nos autoengañemos consumiendo mercaderías o este tipo de espectáculos, que nadie dice que sean malos, sino que son manipulaciones sistemáticas dedicadas a las poblaciones, no sólo de este país, sino del mundo. "El Señor de los Venenos", el gran Enrique Symns decía esto sobre la manipulación del deporte en nuestra patria: "en un país fascista como éste, los triunfos deportivos se convierten en los triunfos individuales. Es una desgracia que Boca gane, simplemente por esto: porque hay una gran cantidad de la población que es feliz al pedo; una felicidad que no existe, ajena a ellos, viste, la vida de ellos es una mierda, pero algunos dicen que lo ven al revés, que es mejor...bueno... eso es lo que les conviene...". Segmento del posteo que hicimos y ya rescatamos en el texto anterior, "La Pelota está Manchada", del años 2010 cuando Maradona era el técnico de la Selección Mayor y el gran escritor uruguayo también hacía una defensa del Fútbol, sin olvidar que es usado permanentemente con finen non sanctos. Los invitamos por última vez a ojearlo acá. Miren, como un integrante de este esquema enfermizo y perverso, nos referimos al heredero de una casta de burócratas consumados, multimillonarios a costa de los trabajadores, que además de ser secretario general de un gremio donde lo puso papá Moyano, igual que la diputación que tiene en el Congreso Nacional con un sueldo y dietas que no bajan de las 70 lucas nos cuenta sus impresiones sobre el circo que también lo beneficia. Facundo, muy preocupado por el resultado de esta tarde jamás se dejaría crecer la barba ni movería un dedo por los despidos de miles de trabajadores, ahora para esta boludez sí. Más claro, echenle agua!
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