viernes, 1 de agosto de 2014

Varios medios celebran el "Default", ya no contra el Gobierno sino contra todos nosotros

Más allá de que desde este sitio hemos sido ampliamente críticos con el doble discurso gubernamental, los malhechores con los que ha pactado para sostenerse en el poder, sus mentiras, sus promesas incumplidas, sus deudas con el pueblo, y también hemos reconocido sus aciertos, esta vez los cuestionamientos van dirigidos a las corporaciones que están por encima de las caras visibles del poder. Son las que están representadas, entre otros, por estos medios que seleccionamos para que vean como buscan generar caos económico, político y social. Son precisamente los mismos, salvo algunos más nuevos pero propiedad de los mismo malandras reciclados, y que operaron siempre para impactar sobre los estados de ánimo de la opinión pública para que se inicie un proceso de desgaste que derive en una crisis sustancial que termine por imponernos después de saqueos, robos, muertos y sangre al nuevo elegido para dirigir los destinos de la Nación. Allí están los de siempre los Magnetto/Noble, los Mitre/Saguier, los Fontevecchia, los Hadad, los De Narváez (ahora socio de Scioli), el macrismo de la Política Online y otros diarios del interior golpistas. Estos nombres pertenecen a los gerentes de los verdaderos dueños de la Argentina. Esos que siempre salen ganando con estas trifulcas que van más allá del chicanaje y rencillas mediáticas de la política casera de todos los días. Se trata de las poderosas familias empresariales asociados al capital externo, a los banqueros miserables, a los financistas usureros, a los terratenientes, ahora también asociados a los grandes pooles agroindustriales del mundo que depredan nuestro medio ambiente y recursos naturales. Los nombres de todos ellos ya los conocemos, pero nunca está de más nombrarlos, hicieron negocios con todas las administraciones dictatoriales y democráticas. Son los Pérez Companc, los Pereyra Iraola, los Peralta Ramos, los Soldati, los Fortabat, los Bulgheroni, Martínez de Hoz, Pescarmona, Saavedra Lamas, Alsogaray, Blaquier, Mitre, Alzaga Unzué, Bunge & Born, Rocca, Roggio, Anchorena, Biolcati, Peralta Ramos, Noble, los Bullrich Luro Pueyrredón, De Mendiguren, Macri, Brito, Garfunkel, y otros tantos, como siempre unidos en hermandades macabras que son la que impulsan estas debacles cíclicas donde siempre son los únicos que salen ganando con devaluaciones, inflación, baja de salarios, achique del Estado, y otros clásicos del neoliberalismo que hasta este gobierno más lúcido de la derecha peronista supo administrar con bastante más carpa que los anteriores. Nos referimos a la Unión Industrial ¿Argentina?, la Asociación de Bancos Argentinos, la Sociedad Rural, Asociación Empresaria ¿Argentina?, y otros grupos nefastos. Estos jinetes del apocalipsis, una bandita minoritaria del país, son los únicos que se benefician con estos "2001" regulados desde las sombras. Por eso más allá de la simpatía o no con este gobierno tenemos que tener cuidado, porque los argentinos somos reyes de la remarcación serial, del "no te metas", del egoísmo, de la mezquindad, la ambición, del "sálvese quien pueda", y le damos vía libre a las profecías de estos demonios que disfrutan viendo como nos matamos en Plaza de Mayo en guerras inútiles de pobres contra pobres. Ellos tienen sus grandes mansiones, autos de Alta Gama, aviones privados, yates, amantes de lujo, tierras por doquier, dineros en Suiza y paraísos fiscales de todo el planeta y salud del primer mundo. El hecho de que nosotros nos quedemos en la calle, seamos precarizados, vejados, explotados, denigrados, que no tengamos educación, salud, vivienda propia, trabajo digno, educación, cloacas, asfalto y todo lo necesario para vivir como corresponde les chupa un huevo. Por eso no les hagamos el caldo gordo. Con el 19 y 20 de octubre de hace 13 años, antes los bombardeos a la Casa de Gobierno en el '55 ya tendríamos que haber aprendido la lección. Ojos ciegos bien abiertos y que no nos vuelvan a joder. Las ovejas somos millones más que estos lobos y no nos pueden usar de forros toda la vida. Atentos y a bajar los decibeles de la mediatización del terror para que dejemos de ser solidarios entre nosotros. De esto salimos adelante la mayoría unida o nadie!

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