viernes, 24 de octubre de 2014

Los ¿medios públicos?, Canal 7 y Radio Nacional siguen imitando a Clarín: aprietes, precarización y multifunción

La "Multifunción" con carneros disfrazados de camporistas llega a la Radio Pública, el desastre en Canal 7 llevó a borrar por ahora a los responsables de la señal de su página, y Clarín "desaparece" a laburantes que reclaman por sus derechos.














El cineasta convertido en senador de la alianza derechista FAUNEN, Fernando Pino Solanas, diría parafraseando al filósofo contempóráneo Raphael, que lo que está pasando en los medios público-estatales, paraestatales y privados es un "Escándalo". Después de las denuncias y medida de fuerza que han decidido llevar adelante los compañeros de Canal 7 que publicamos aquí con el agregado que nadie publicó sobre las actitudes del papanata subgerente de Visión 7, Víctor Taricco, el andamiaje camporista que cada vez imita más a su supuesto enemigo, Clarín, salió a responder con más mentiras a través de la agencia Télam. Algo innecesario, porque todos los que trabajamos en esto sabemos la política nefasta que está llevando el gobierno en los medios que tiene bajo su tutela con las líneas editoriales y sus trabajadores. Una copia exacta de los que hace el cuarteto siniestro de Aranda-Magnetto-Noble-Pagliaro en su red multimediática y que los colegas de ese monstruo también están dando a conocer a través del bienvenido "Papagayo". A través de esa publicaión  nos enteramos de la persecusión gremial que sufren los empleados del Oligopolio, las precarización mediante la "Convergencia" y la "Multifunción" y además de esa precarización, los malos tratos y abusos de gerentes y jefes que ya son insostenibles. Ese sistema opresivo hacia los laburantes tuvo como puntapié entre los medios vinculados a la administración K al negrero Grupo Electroingeniería, al que se le permitió y permite realizar un dúplex trucho que contra todos nuestros convenios y hasta contra la propia Ley de Medios. De a poco el resto de empresas del sector fueron avanzando con esas modalidades que les permiten llevar adelante ajustes encubiertos (lean bien esto). Ahora, además del desastre que Carlos Figueroa y Victor Taricco junto a las "borradas" autoridades del 7, están haciendo en Figueroa Alcorta, otra trama oscura se suma en Radio Nacional, que dirigen los ultramagnettistas, ahora disfrazados de nac&pop, María Seoane y Vicente Muleiro, donde para variar, han incorporado también la "Multifución" mediante un canal de TV truchísimo que por ahora va por YouTube que llevan adelante con carneros como Marcelo "Chelo" Ayala y Gastón Fiorda, entre otros chupamedias que joden a sus compañeros  y se dieron cuenta que hacerse el camporista está redituando muy bien para sus ambiciones pelotudas. Son programas que realizan estos alcahuetes sin siquiera cobrar nada, sólo por tener cámara y protagonismo. La Comisión Interna de la AM 870 manifestó su repudio por esta doble tarea al gerente "cuervista", Mario Bornia, quien manifestó que "es un decisión de arriba". Ante ese ninguneo asqueroso copiado de soretes como el gerente de recursos in-humanos de Angel Franco Cosentino hizo que los representantes de los trabajadores de la emisora emitieran este comunicado: 

COMO EN CLARÍN LA RADIO PÚBLICA EXPLOTA A LOS TRABAJADORES

La polifuncionalidad de los periodistas hoy es una realidad en la radio pública similar a la que venimos denunciando en los medios privados de comunicación. Esto explica que en la web de nuestra radio se emita un programa radial con formato audiovisual. Apuesta Nacional parece una burla, desde su slogan: "lo demas no importa nada" -un acto fallido diria un psicólogo- porque sin editores, escenografistas, vestuaristas, maquilladores ni iluminadores se realiza solo apoyado en la multifunción de los periodistas que antes trabajaban exclusivamente para la emisora. Es decir, la misma metodología utilizada por Infobae TV o Radio Del Plata que transmite sus programas de radio a través de 360TV, en abierta violación de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual y con la intención de que sus cronistas hagan el doble de trabajo a cambio de un adicional insignificante. No se entiende cómo desde un gobierno que promovió la sanción de una ley de Servicios de Comunicación de la democracia, que respeta y profundiza los derechos de los trabajadores de los medios, se avance con una medida de esta naturaleza. Medida que es además contradictoria con la política implementada en otros medios públicos como Télam donde se creó una sección audiovisual contratando periodistas, productores, iluminadores, editores, camarográfos y se los encuadró debidamente, en el convenio de prensa televisada. Con la excusa del avance de la tecnología los dueños de los medios hegemónicos de comunicación están llevando adelante una profunda reestructuración. Se aprovechan de la precarización a los que son sometidos los trabajadores de prensa, ahorran costos, aumentan sus ganancias, y avanzan contra nuestros derechos y condiciones de trabajo. Anuncian en todas las redacciones que se viene la “convergencia definitiva” entre el papel y la web, entre la web y la TV digital, entre las radios y la web multimedia y mucho más. Las patronales privadas promocionan los cambios como un paso inexorable y argumentan que de no llevarlos adelante implicaría un riesgo para la propia supervivencia de sus empresas pero ¿cuál es la razón de hacerlo en un medio público? La Radio Pública se suma a las mismas practicas que los "medios opositores" Clarín y La Nación, que incrementaron los espacios de sus respectivas "web TV", con contenidos propios o tercerizados sin generar nuevos puestos de trabajo ni jerarquizar a los empleados que asumen nuevas tareas. El editor general de Clarín, Ricardo Kirschbaum le envió una carta al personal donde sostiene que son horas de “cambio cultural”, de “aprovechamiento de los recursos” y de “nuevos lenguajes visuales”. Quizás recordando sus tiempos en la "corpo" Maria Seoane autorizó -en sintonía con esas palabras- que en la página web de la radio pública salga al aire un programa de formato audiovisual. La resistencia de ARGRA y la negativa de varios cronistas frenó el intento de algunas emisoras de hacer que sus periodistas tomen fotografías con sus celulares en una mano mientras cubren una nota con su grabador en la otra. La intención patronal es clara: Lograr que con la excusa de las nuevas tecnologías se pierdan puestos de trabajo. Es cierto que las redes sociales y los avances de la conectividad realizaron una transformación acelerada en los hábitos y la circulación de la información, sin embargo esto no tiene por qué incluir regímenes de trabajo más explotadores, destrucción de puestos de trabajo, polifuncionalidad forzosa, ni cercenamiento de los derechos adquiridos por los trabajadores de prensa. No somos enemigos del progreso. No pretendemos frenar ningún avance, sino defender las condiciones laborales de todos nuestros compañeros y reivindicar el ejercicio de un oficio con profesionalidad e idoneidad como es el de los periodistas.

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