martes, 13 de enero de 2015

Magnetto y su discípulo Szpolski siguen cagando Trabajadores de Prensa impunemente

Las, en teoría, opuestas patronales del Grupo Clarín y Veintitrés siguen vendiendo (para la gilada de la tribuna) sus supuestas contraposiciones ideológicas. Diferencias obviamente falsas de toda falsedad, que le hacen creer a quienes los consumen, pero lo que es peor, a sus propios asalariados. Lamentablemente es difícil que un empleado de alguno de estos holding negreros y explotadores piense diferente a lo que dicen pensar sus jefes. Cosa que repetimos, son burdas simulaciones. A más de uno nos tocó asistir a discusiones entre colegas por respaldar discursos "mediáticos" de quienes los contratan y que no los representan en lo más mínimo ¿qué tienen que ver dos multimillonarios como Magnetto y Szposlki con cualquiera de nosotros?. Parafraseando al viejo Antonio Gramsci y su concepto de hegemonía, la clase que tiene el poder real, la dominante, en este caso las patronales de medios que representan intereses de una casta privilegiada que poco tienen que ver con los de los obreros que usan en base al abuso para multiplicar su capital (sean estos recolectores de residuos, dicho esto sin ningún prejuicio, de hecho en Argentina ganan más que muchos otros trabajadores), o periodistas, siempre salen ganando. Así ese pequeño grupo hegemónico impone, sin mucho esfuerzo, su manera de pensar a quienes oprime en su propio beneficio. Y no solamente nos referimos a sus gustos en materia de consumo, sociales, culturales, etc, sino también en cuanto a lo que tiene que ver con creencias que van en contra de sus propios derechos y dignidad. Así es que un tipo piensa y bueno si lo echaron por algo será "algo mal habrá hecho". O si no le pagan lo que corresponde, en vez de adjudicarlo a un sistema de explotación muy bien aceitado piensa "y no se le lo merecerá". Esto ocurre en todos los niveles y rubros, los argentinos y especialmente los autodenominados y autoasumidos "clase media" somos muy ambiciosos, basta que nos den un carguito para que creamos que "pertenecemos" a una elite superior que tiene derecho a basurear a quien hasta hace cinco minutos eran sus pares... ¿cuantos amigos conocen que pasaron de ratones como nosotros a jefecitos y hoy ni les atienden el teléfono?. Otra característica de este vicio vernáculo es ganar de 5, 10 o 15 lucas y pretender vivir como Macri o Susana Giménez, sin siquiera tener comercio, auto o lo que es peor, casa propia. La idea es reventar la tarjeta de crédito en viajes para obtener la deseada postal en la Torre Eiffel, alguna playa caribeña o en Nueva York para subir al Face, o empilchar lindo, vivir en Las Cañitas o Palermo Soho, lugar fantasioso y borgeano que nunca existió, y comiento comida gourmet y exótica sólo para aparentar o para querer ser quien nunca se fue. Algo así como el personaje de Federico Luppi en la magistral película de Fernando Ayala, "Plata Dulce", que termina endeudado hasta las pelotas por "ascender en la escala social" y puteando a quien lo recontracagó con la famosa frase "Arteche y la puta madre que te parió" . Así "Somos como somos", diría Eladia Blázquez. De hecho, tal es el cinismo de esta clase opresora que hasta el propio Szpolski tuvo entre tantas de sus "razones sociales" de fantasía para llevar adelante su negocio de ser testaferro del poder una firma de nombre "Arteche"... ¿no nos creen?... pasen y lean, imperdible!. Justamente este malandra otra vez vuelve a seguir con sus incumplimientos laborales. Ahora demás de no hacer los aportes jubilatorios y de obra social a ninguno de sus empleados desde hace más de siete años, se ha tomado la "libertad", gracias a la impunidad que le garantiza el Gobierno de turno mediante su Ministerio de Precarización Laboral, la de sus colegas "empresarios" alineados en "cámaras" del choreo, y por supuesto, los infaltables burócratas de todos los gremios de prensa, no paga salarios en "El Argentino", en este caso de Mar del Plata. Así fue que los colegas de ese diario nos hicieron llegar lo que decidieron reclamar en asamblea, acá lo tienen:

1) Al día de la fecha los trabajadores de “El Argentino” no han percibido sus haberes, lo que de acuerdo al Estatuto del Periodista y al Convenio Colectivo de Trabajo debería haber sucedido a más tardar el día 5 de enero.

2) El pago con varios días de retraso no es un hecho excepcional sino que se repite todos los meses desde la inauguración del diario, situación que genera un grave perjuicio a los trabajadores, los que no pueden cumplir en tiempo y forma con sus compromisos personales.

3) Más allá de las promesas, en los hechos no se ha resuelto el correcto encuadramiento de los trabajadores, lo que no sólo genera confusión sino que este mecanismo es utilizado por la empresa para no cumplir con normas y acuerdos convencionales como el pago de una suma fija a fin de año pactada en carácter de “plus” en Paritarias, la correcta liquidación de la Bonificación por Título y los retroactivos correspondientes, entre otras irregularidades.

4) La empresa no ha respetado el principio de “libre elección” de Obra Social y ha encuadrado en forma inconsulta y unilateralmente a sus empleados en una entidad que no tiene ámbito de actuación ni cobertura en Mar del Plata, situación que ha dejado sin atención médica a los trabajadores y sus familias. Para finalizar, hemos resuelto en forma unánime que, de no resolverse esta situación en 48 horas, procederemos a tomar las medidas administrativas, judiciales y gremiales que correspondan, iniciando a partir de este momento una retención de tareas de una hora por turno y pasando a un cuarto intermedio para el día jueves 15 del corriente para evaluar la respuesta de la empresa a estos reclamos.

Así que el Magnetto de Cristina va a tener que ponerse las pilas porque sino va a empezar a tener más quilombos de los que ya tiene y los que cree en este año electoral donde se está conformando un nuevo y unificado gremio de prensa. Hablando de su maestro, el infatigable "Don Héctor", también hay que decir que el hombre sigue despuntando su vicio de explotador y despedidor serial, ahora en el diario "Muy". Con la famosa matufia de las "converegencias" y "multifunciones" que están imponiendo en todos los medios estos corleónicos tránsfugas, que obligan a confluir todas sus empresas en lugares unificados y con pocos empleados que tienen que hacer de todo por muy poca plata, hizo caer a una compañera, Silvina Ortega. Algo que de seguir así nos va a empezar a varios para que los muchachos tengan justificativos ilegítimos para rajarnos uno a uno. Aquí les dejamos el comunicado que también nos hizo llegar la Comisión Interna de los Trabajadores de AGEA:  

Clarín despidió a Silvina Ortega, editora de MUY, el 29 de diciembre pasado. Sin sanción ni aviso previo, la empresa le envió una carta documento e impidió su ingreso al diario desde ese mismo día. El argumento del despido hace mención a una falta de Silvina: haber publicado una reportaje que ya había salido en MUY con el agravante de que el entrevistado había fallecido. Ante la falta de periodistas, refritar notas de otros productos de AGEA, como los suplementos Zonales, es una práctiva habitual, permitida e impulsada por la conducción de ese diario. Tanto Silvina como esta Comisión, admitimos la falta, pero consideramos desmedida y desproporcional la medida adoptada por Clarín, cuyas publicaciones, y especialmente MUY, sufren una avanzada precarización laboral. Silvina no había sido sancionada o suspendida por ese error, ni por ningún otro, durante los 18 años en los que formó parte de la redacción. Comenzó a trabajar en la sección Fierros de Olé y el suplemento Autos, estudió mecánica y los autos eran su especialidad. En los meses previos al despido, había comenzado un tratamiento terapéutico motivacional porque “mi situación en MUY era complicada y esperaba un pase que me habían prometido para poder volver al Suple Autos”. Pero a casi un mes de la publicación del artículo en cuestión, Silvina recibió una carta documento en la que se le comunicaba el despido sin indemnización aludiendo una justa causa. Hasta ese momento siguió concurriendo al diario y trabajando con absoluta normalidad. En las reuniones con la compañera se le planteó avanzar con el reclamo por su reincorporación. Silvina reconoció su falta, pero negó cualquier mala intención en el hecho. “Estaba cansada y necesitaba cerrar esa página”, admitió. También explicó lo obvio: no sabía que el entrevistado había muerto y en el apuro no lo chequeó. Clarín, a través de gerencia de Personal, aludió "intencionalidad manifiesta" en el hecho que motivó el despido. Por vía judicial, Silvina ya evidenció lo improcedente de la medida, y el conflicto avanza ahora por ese canal, el elegido por la compañera. Respetando su decisión de avanzar por la vía judicial, desde la Comisión Interna nos vemos en la obligación de alertar sobre ciertas situaciones que surgen de este episodio. En MUY, como en la gran mayoría de las publicaciones de AGEA, se han ido decenas de personas que no fueron reemplazadas. En muchos casos, los editores se quedaron sin redactores a cargo, como era el caso de Silvina. Los redactores son obligados a escribir muchos más textos de los que escribían antes, con los riesgos que esto implica. Y en algunos casos heredar responsabilidades de cierre, que en ningún caso corresponden. Esto provoca que se resientan todos los mecanismos de trabajo y que las posibilidades de cometer errores, y faltas, aumenten. La situación de desmotivación que atravesaba Silvina no escapa del sentir de la gran mayoría de la redacción, tal como se desprendió de la encuesta de Clima Interno y Calidad Periodística realizada por esta Comisión, en la que en amplio número los trabajadores de Clarín Agea manifestó su desencanto tanto a nivel salarial, como desde el punto de vista editorial, de recursos, promoción, e integración papel-web dentro de las distintas redacciones del Grupo. Desde la Comisión Interna exigimos que se revea la situación de Silvina. Al mismo tiempo queremos alertar al resto de las redacciones sobre este hecho, y repudiar la posibilidad de que sean los periodistas los que paguen por una decisión empresarial que impone una redacción de 24 horas y nuevas tareas mientras sigue expulsando a valiosos colegas a través del retiro voluntario.

Otro caso

La semana pasada nuestro compañero Marcelo Pérez fue suspendido por tres días en una actitud desmedida de parte de la Gerencia de Recursos Humanos y de quien está a cargo del sector para el cual él trabaja. Llamamos la atención ante una actitud que es de persecución y hostigamiento y que sólo perjudica la actividad laboral del compañero. Solicitamos a la Gerencia de Recursos Humanos y al jefe del sector que revean a la brevedad tal situación, de otra manera nos veremos en la obligación de denunciar la situación ante las autoridades correspondientes.

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