En base a los variados mails que nos han escrito sobre lo que estuvimos planteando sobre la corporación política reciclada y empleada siempre del poder real, no se nos va a pasar por alto la responsabilidad que nos toca. No se puede dejar de lado a quienes desde los medios participamos como cómplices autómatas de esas matufias que para colmo de males, hasta juegan en contra de nuestros propios intereses, los de nuestros aliados de clase... es decir familiares, amigos, vecinos, pares y compañeros. Un despropósito que sólo podría explicar una psicología como la del oprimido del talentoso Paulo Freire (acá se las dejamos por si quieren dejar un rato de leer, veer y escuchar a los patrocinadores de la matrix de pelotudos). Escuchen lo que decían algunos de nuestros "compañeritos" y sus jefes, caso el miserable de Julio Blanck, sobre la sangría del 26 de junio de 2002 en Avellaneda donde el duhaldismo y todos los cómplices materiales e intelectuales, como Aníbal Fernández, entre tantos otros que expusimos en el posteo anterior, masacraron a Maximiliano Kosteki y Darío Santillán. A los otros no los vamos a nombrar, alguno prende y apaga la luz de la boludez los fines de semana, pero pueden escuchar sus voces o verlos en este excelente documental que por suerte también tiene el testimonio de colegas impecables como el fotógrafo de Clarín, "Pepe" Mateos, su compañera Virginia Ressi, Mariano Espinosa de Infosic, Laura Vales de Página 12 y los independientes Sergio Kowalewski y Pablo Ferraro, entre otros. Lo que por gracias al cielo nos hace pensar que no todo está perdido. De paso revean las caras, cargos y nombres y apellido de los responsables políticos de la matanza que andan sueltos como grandes estadistas y nos siguen mintiendo desde los lugares donde cada uno de nosotros desarrollamos nuestra labor. Los que se escuchen y vean jugando para el enemigo, hágannos caso una vez, y en lugar de ser susceptibles y sentirse atacados mejor reflexionen...
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