viernes, 3 de abril de 2015

Clarín publica cierre de más revistas de Szposlki y nada de sus propias amenazas de despidos e incumplimientos laborales

Clarín y el Grupo 23, dos caras de la misma mierda, se denuncias mutuamente por sus desaguisados laborales pero callan los propios

El que mire hoy "el gran diario argentino" verá la "preocupación" de Héctor Magnetto desde su nefasto Grupo Clarín junto a sus periodistas, por las perdidas de fuentes laborales en su análogo Grupo Veintitrés. Realmente "conmueve" la solidaridad del CEO y sus empleados por la "solidaridad" que demuestran ante la situación de 30 colegas que se quedan en la calle en el multimedios paraestatal. Lo extraño es que los muchachos de la calle Tacuarí vean sólo el pelo en el ojo ajeno y no la viga en el propio. De los patrones se entiende... al fin y al cabo viven de generar millonarias utilidades explotando a los mismos tipos que usan para que  escriban observando nada más que las miserias ajenas y no la de la empresa que los explota. Eso da tristeza y un poco de bronca también, porque esa actitud se podría entender desde el punto de vista de la "obediencia debida" de la cual depende su propio trabajo. Pero estos tipos, y Alejandro Alfie no es el único, y salvo que nos demuestren lo contrario, no suben siquiera un tweet, un escrito en algún blog o algo independiente de su patronal cuestionando los abusos laborales de Clarín, y que todos sabemos que son tan graves como los de la siniestra dupla de Szposlki y Garfunkel... ¿qué tienen Síndrome de Estocolmo compañeros?. Es cierto, los discípulos de "Don" Héctor cierran las versiones locales de las revistas Forbes y Lonely Planet, también la Poligráfica del Plata dejando a 60 trabajadores sin laburo y otras barbaridades más, como por ejemplo, no pagar aportes jubilatorios y de obra social a ninguno de sus empleados desde hace casi ocho años, pero sus patrones tienen en su haber centenares de despidos de los que ustedes nunca hablan y por estos días persisten desde la gerencia de Recursos in-Humanos, con su prócer Angel "Baba" Cosentino, el amigo de la princesa del Palacio Duhau (ampliaremos), vienen apretando a cumpas tercerizados, es decir en negro, de la sección Deportes de Clarín/TN, el primer área del "gran grupo" al que se ha incorporado de prepo el sistema de precarización encubierta al cual bautizaron con el eufemismo de "Convergencia" (no se pierdan esta posteo). La metodología infame y berreta fue amenazarlos vía telefónica con despedirlos, es decir, ni siquiera tienen las bolas suficientes para decírselos en la cara. Así es como el holding Clarín maltrata y explota laboralmente a sus asalariados. Ni hablar de los que están haciendo en AGEA-Clarín y que también está invisibilizado por el mismo medio y sus satélites naturales, La Nación de los antilaburantes Mitre/Saguier y Perfil, del señor "Manos de Tijeras", Jorge Fontevecchia, otros importantes despedidores seriales. Igual escuchen el reclamo de los compas en una nota que les hizo el volátil Víctor Hugo Morales pero no importa... importa la voz de nuestros colegas haciendo escuchar la injusticia a la que están siendo sometidos, agradecimos el audio del excelente blog Señales y acá la tienen. Así que amigo Alfie & Company, si quieren ser periodistas respetables tengan la amabilidad de ser objetivos y no "soldaditos", ustedes son mejor que eso ¿ o no?, lo mismo les decimos a los que hacen igual tarea para "Sergio", "Matías", Cristóbal, los camporitas de Canal 7, etc, etc. A ponerse las pilas colegas y a ser solidarios con sus pares de afuera, y principalmente de adentro, además de verdaderos profesionales. Sabemos que son tipos inteligentes y que en vez de indignarse por esta crítica que intenta ser constructiva van a recapacitar, o al menos a meditarlos de cara al futuro. Lo importantes es ser buenos Periodistas, no buenos sobadores de lomos empresariales.... dejense de joder, no nacieron para eso!. Se los decimos con el más absoluto de los respetos. Nuestros enemigos son las patronales explotadoras no nuestros iguales, salvo claro, que prefieran seguir carnereando y jugando en favor de quienes los cagan.

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