A estas alturas ya nada sorprende de las patronales clarinistas y estatales. Cada vez se notan más los hilos que demuestran que el único enemigo común que tienen los poderosos es la clase trabajadora. Basta de versos raro!. Por algo desde RTA (Radio y Televisión ¿Argentina?) los clarinistas Bauer, Seoane y Muleiro impulsan un plan sistemático contra los empleados de Radio Nacional y Canal 7 de la misma manera que hace "el gran diario argentino". Por eso ya sufrimos de una desidia supina si a estas alturas seguimos negando todo esto y creyendo que los contenidos "informativos" de estos grupos de la alta burguesía vernácula que se disputa el poder en nuestras narices tiene algo de cierto. Lo verdadero o falaz se demuestra con los hechos, entonces paremos con los "análisis" berretas de este nuevo "invento argentino" que son los "editorialistas", tipo que novelan las más absurdas anécdotas de la mal llamada política sin mostrarnos nunca y adrede, el fondo de la cuestión. ¿Qué clase de periodista es aquel que gasta ríos de tinta, de sanata radial o televisiva, para hacer "un ensayo" sobre lo que el corleónico Aníbal Fernández dijo del menemista Scioli o de la pitonisa de la SIDE, Elisa Carrió y viceversa?... ¿Qué es eso?, "periodismo" del "¿qué piensa de lo que dijo tal o cual personaje? sin hablar ni mostrar nunca el trasfondo de qué es lo que representan cada uno de esos empleados del poder real y sus actuaciones concretas. ¿Por qué ni Clarín ni Tiempo Argentino, por poner dos ejemplos solamente, no dicen nada de las responsabilidades políticas de Aníbal y otros funcionarios en funciones sobre la Masacre de Avellaneda en 2003, donde fueron asesinados vilmente dos militantes de las clases más empobrecidas del país, Maximiliano Kosteki y Darío Santillán?... o ¿por qué los mismo diarios, en teoría opuestos ideológicamente no cuentan sobre los apoyos económicos que Monsanto le da a la misma Carrió, y sus vínculos con lo servicios de inteligencia, etc?. Claramente hay "códigos" entre estos supuestos bandos, no podemos ser tan boludos para no verlos y llamarnos periodistas si los dejamos pasar en medio de esa cáscara absurda que tapa todo con la "canalettización" del caso Nisman, las estúpidas historias del "Gigoló", la salud de Lanata, las minas de Maradona, etc, etc. La pelea real y de la que nunca nos van a hablar estos medio del sistema es la de la opresión de esas castas privilegiadas por sobre los excluidos y empobrecidos en favor de la defensa de sus intereses. Acá no la vamos a dejar pasar ni en pedo y les contamos que el Partido Clarín pretende continuar explotando a quienes producimos esa mercancía que tiene como finalidad entretener a la gilada, entre ella a nosotros, y a la que siguen denominando "noticia", "información" o "investigación. Por algo peleamos no solamente por cuestiones salariales y de convenios, sino también por empezar a participar además de las ganancias en los contenidos de los medios en los que ejercemos nuestro oficio. Queremos dejar de ser gacetilleros del patrón y volver a mostrar lo que no quieren que mostremos. Eso lo consiguieron matando a Walsh, a Urondo, a Gleyzer, a Haroldo Conti y a miles de compañeros que no andaban saraseando las pelotudeces que imponen las agendas del dispositivo de dominación al que nos somete el consumismo neoliberal, ahora disfrazado de "Populismo", "Estado de Bienestar" o "Mal Menor"... porque ya lo planteamos aquí, el poder siempre se recicla y quienes no digan nada sobre esto, no se engañen más, no hacen periodismo sino relaciones públicas y sin querer queriendo, viven en un Tupper. Por suerte no todos los compañeros que se dedican a esto caen en las trampas bien conformadas del esquema de opresión y desigualdad permanente y salen a luchar. Es el caso de los colegas de Clarín que no cuentan a través de este comunicado como van a enfrentar la idea de seguir siendo esclavos del magnettismo, acá vá:
Dilatada y frustrante, la negociación salarial con el área de Recursos Humanos tuvo un final abrupto cuando esta semana los representantes de la empresa comunicaron a la Comisión Interna que no harían lugar a ninguno de los pedidos de recomposición salarial. Por ello, de manera unánime, la asamblea de AGEA/Clarín votó retomar el plan de lucha y avanzar con medidas graduales. El mismo jueves, tras el debate en el que participaron más de 300 compañeros, se llevó a cabo un aplausazo que recorrió los pasillos de la redacción, el hall de ingreso y terminó con una foto en la calle reclamando salarios dignos para los trabajadores de prensa.
Salario diezmado significativamente durante los últimos años, con un gremio que cerró la peor paritaria del país de manera consecutiva en 2014 y 2015, con porcentajes finales que pierden por goleada frente a la inflación. Y con números del Grupo Clarín, que arrojan ganancias siderales.
En su reporte de resultados difundido el 11 de agosto, el Grupo anunció para el 1er semestre de 2015 una ganancia de $1.677 millones, 445% más que en el mismo período de 2014. Es decir, un aumento de más de cinco veces. Específicamente para la empresa AGEA-Clarín, en la primera mitad de 2015 las ventas subieron 38% y el Ebitda (un indicador asimilable al margen de ganancias) trepó a $42 millones de pesos, lo que implica un crecimiento de 203%. Pero si la comparación se hace entre el trimestre abril-junio de 2015 contra igual trimestre de 2014, el salto en este indicador llega a 448%.
Por todo esto, frente a la negativa de la empresa, que jugó inexplicablemente con la posibilidad de algunas mejoras que finalmente no cumplió, se decidió de manera unánime mantener las siguientes medidas hasta que AGEA ofrezca respuestas concretas a nuestros reclamos.
-Quite de firmas: todas las publicaciones de AGEA saldrán sin firmas entre el miércoles 26 de agosto y el martes 1 de septiembre inclusive.
-Campaña 70 años: avanzar con una campaña montada en el aniversario del diario para difundir el conflicto. Los trabajadores también queremos festejar.
-Reglamentar el trabajo a reglamento: el jueves 27 de agosto, en una nueva asamblea, la CI presentará un listado de puntos para consensuar y avanzar de manera colectiva en un plan de trabajo a reglamento.
-La fiesta de la mortadela: En coincidencia con la celebración de los 70 años del diario que se llevará a cabo el jueves 27 de agosto, los trabajadores nos reuniremos en la redacción central a las 17:30 para bajar todos juntos a la calle Tacuarí y “festejar” comiendo un sánguche de mortadela mientras se desarrolla una nueva asamblea.
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