lunes, 25 de enero de 2016

Bisagra histórica en la unidad de los Trabajadores de Prensa, se termina la dictadura patronal en los medios!


A pesar de haber ingresado en un pequeño paráte con este blog que es de todos los Trabajadores de Prensa y hecho por todos también, no vamos a cejar un segundo en defender los puestos de laburo del conjunto absoluto de cada uno de los compañeros de cualquier medio de comunicación escrita, radial y televisiva (en todas sus variantes y vertientes tecnológicas). La pelea sin descanso que hemos dado, demuestra que esta avanzada impiadosa de las patronales explotadoras ha dado sus primeros frutos contra sus ambiciones desmedidas. Ahora más de uno reconoce, y bienvenido sea!, que sólo en la unidad es como se consiguen las cosas. El individualismo, la mezquindad, los estrellismos de cartón, la avaricia, la jugada solitaria con gerentitos y jefes, etc,... todas estrategias que potencian estos delincuentes comunes para que caigamos en su trampa y así, divididos por ellos, seamos arrasados sin asco. Eso no corre más y pueden dar por seguro que ahora lo saben más que nunca. Así es como tenemos que actuar, en conjunto, organizados, alertas y atentos. No dejar pasar una sola de sus violaciones a estatutos, convenios, Ley de Medios y todo lo que sea derecho adquirido. Y ojo! como decimos siempre desde aquí, gobierne CFK, Macri o magoya. Que esta experiencia nos marque el camino!. Somos un poder que debe defender los intereses de la comunidad a la que pertenecemos, lo tenemos, y no pudimos o quisimos darnos cuenta!. Ahora no podemos permitir que una banda de malhechores, bancados por grupos elitistas, nos digan que tenemos que hablar bien de ellos, defender sus intereses, que encima, oh casualidad!, son precisamente todos opuestos a los nuestros. Esa logia nefasta quiere quedarse con todo y no se lo va vamos a permitir. Todos los que dentro de este gobierno gerencial ningunearon a los compañeros están ahora a tiro de nuestra preguntas. No volvamos a ser pelotudos compañeros. Firmes y sin miedo debemos volver a ser periodistas y no gacetillero del enemigo que se roba minuto a minuto los sueños de nuestros hijos, nietos, amigos,  hermanos de todo ámbito. ¿Quiénes son estos tipos?... ¿quién les dio el mango de la sartén para que nos pisoteen como a basura. Por eso muchachos tendientes al carnerismo, a ser usados como forros con promesas de que alguna vez van a pertenecer a vaya a saber que sanata, despierten del sueño (o mejor dicho la pesadilla). El genial Gustavo Cerati diría que están usando sus cabezas como un revolver... y lo que es peor, contra ustedes mismos y todos los seres que aman. Con eso no se juega jamás. Los límites están marcados de aquí en más y no van a tener la suerte de que volvamos a ser indignos de nuestro oficio, el mejor del mundo!. Aquí les dejamos el excelente texto que subió sobre estas terribles últimos días donde nada fue en vano...NADAAAA!!: 

El protagonismo de la lucha A la hora de informar la operación, el propio Sergio Szpolski reconoció a los delegados que su intención inicial era la de capitanear una salida propia (incluso a costa de seguir hambreando a los trabajadores), pero que las dificultades financieras y, fundamentalmente, el estado público del conflicto —resultado de la intensidad de la lucha— lo obligaron a deshacerse de ambos medios en las condiciones existentes. Es que los trabajadores de Radio América cumplieron su 15° día de paro mientras que el conjunto de los medios del G23 vienen desarrollando un plan de lucha desde hace ya casi dos meses. En el caso de Tiempo Argentino, por ejemplo, con quites de firmas, paros 6 y 24 hs y estado de asamblea permanente con afectación de tareas. Desde las primeras señales de vaciamiento, cuando la patronal no depositó los salarios de noviembre a las ediciones zonales del diario gratuito El Argentino (Córdoba, Rosario, Mar del Plata, GBA Sur y GBA norte) se dio inicio a un plan de lucha conjunto de los medios de todo el G23 acompañado desde el primer momento por el nuevo sindicato de los trabajadores de prensa, el Sipreba. En un mes se sucedieron tres movilizaciones al Ministerio de Trabajo y a las oficinas de la compañía, actos, colectas y ollas populares. Ese estado de la movilización puso el conflicto en el centro del debate político y acorraló a la patronal vaciadora que, al mismo tiempo que expuso una supuesta crisis interna en su directorio, se negó a dar respuesta con su propio patrimonio al incumplimiento en el pago del aguinaldo y el sueldo de diciembre en la mayoría de las empresas del grupo. Esta lucha del G23, que sigue en curso, ha ganado un inmenso apoyo dentro del gremio y a escala de la población en general. En sólo tres semanas el fondo de huelga reunió más de 100 mil pesos a través de donaciones directas, colectas en las plazas y en las redacciones (en Clarín se juntaron más de 7 mil pesos y en la TV. Pública 8500). Los trabajadores de prensa saben que todas las patronales preparan un ajuste en regla y esta batalla, por lo tanto, es estratégica. Los más de 800 trabajadores distribuidos en alrededor de 10 medios gráficos, digitales, radiales y televisivos dieron sobradas muestras de organización y disposición a la lucha. El cuerpo de delegados independiente de la patronal —parte sustancial de la construcción del Sipreba y del proceso de unificación de los trabajadores de prensa con una marcada orientación de independencia política con las patronales— actuó en todo momento en forma coordinada y unificada. Macrismo, kirchnerismo e independencia política El Ministerio de Trabajo hizo oídos sordos a los reclamos de los trabajadores con la idea de dejar que la empresa se derrumbara por su propio peso como parte de un ajuste de cuentas con el kirchnerismo. Recién comprometió una intervención a partir de la decidida y masiva movilización de todo el gremio el miércoles 20/01, a partir de la cual intimó a la empresa a comparecer en una audiencia para la semana próxima. El kirchnerismo que, además de financiar durante un lustro a la patronal vaciadora, llevó como candidato a intendente de Tigre al propio Sergio Szpolski, dio un apoyo formal al conflicto a través de su bloque de diputados pero sin aportar al fondo de huelga (actitud distinta a la de la base K en las colectas callejeras) y limitando el reclamo a un cuarto de los trabajadores a través de la consigna “No al cierre de Tiempo Argentino” e intentando colocarla en la órbita de la disputa ideológica entre el kirchnerismo y el nuevo gobierno de la mano de La Cámpora y 678. Los rumores de una salida por la vía de una asociación entre la camarilla kirchnerista y un empresario afín se habrían visto desmentidos por la realidad. En todo momento los trabajadores, sin rechazar los apoyos de donde vinieran, actuaron con la conciencia de que la lucha es un conflicto gremial del conjunto del G23 y que, en este escenario, asociarla a una “epopeya camporista” iba a actuar más como un lastre que como un impulso. El operativo rescate, según las primeras percepciones, vendría de la mano de la “liga de los gobernadores” del PJ que estarían buscando una plataforma de medios independiente de la camarilla K. Salida parcial, la lucha continúa La nueva patronal asumió el compromiso verbal (el martes lo formalizaría) de resolver la deuda salarial en cuatro pagos semanales y de mantener los puestos de trabajo. Además, aseguraron tener un plan de inversión (basado en ganancias futuras) para normalizar la empresa y ampliar la tirada y distribución al interior del país. La operación de traspaso de la licencia de radio América todavía debe ser homologada por los organismos del Estado. Los trabajadores se encuentran en estado de alerta y movilización a la espera del cumplimiento de los compromisos, la confirmación oficial de la operación y la garantía del respeto de las conquistas obtenidas durante 6 años de intensa actividad gremial. El paro en radio América continúa hasta tanto se depositen efectivamente los salarios. Por otro lado, la venta de dos de los principales medios del G23 abre definitivamente una política de desguace del G23. La patronal ya ha planteado la supuesta venta de El Argentino sin informar el comprador, el cierre de los zonales y posiblemente de la revista 7 días y Cielos Argentinos, comprometiendo cerca de 50 puestos de trabajo. Esta planteada la continuidad de la lucha por el pago de los salarios adeudados, contra el vaciamiento y el desguace y por la defensa incondicional de los puestos de trabajo en todo el gremio de prensa. Esta semana serán días decisivos para el destino de la lucha. El Estado debe intervenir sobre los activos del G23 y el patrimonio personal de los miembros del directorio para garantizar los derechos de los trabajadores. El próximo domingo se realizará en Parque Centenario un masivo festival solidario con prestigiosas bandas, se profundizarán las medidas y se mantendrá el fondo de huelga en todo el gremio de prensa. Tanto el gobierno como todo el movimiento obrero deben tomar nota de esta gran lucha y de la respuesta decidida de los trabajadores de prensa. Los unos como una señal de que el ajuste no pasará con facilidad, los otros para confirmar, una vez más, que la lucha siempre garpa. 

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