sábado, 9 de enero de 2016

Escrachemos a los futuros videlitas y masseritas del poder empresarial que está instalado en la Rosada

La última etapa del Cristinato ya mostraba visos represivos con la llegada al gobierno del genocida Milani, el carapintada Berni y el pistolero Alejandro Granados. Personajes nefastos que fueron repudiados por muchos de los mismos integrantes de la alianza del Frente para la Victoria que criticaba que se hubiera tirado a la basura la consigna de Néstor Kirchner desde el 2003: "no reprimir nunca la protesta social". Esto demuestra que no hay otra fórmula para imponer ajustes desde el poder contra el pueblo que mediante el uso de la fuerza. Los permanentes ataques de la gendarmería capitaneada por el ex secretario de seguridad contra trabajadores de diversas empresas multinacionales, a quienes habían dejado en la calle, ahora empiezan a quedar desdibujados (pero no olvidados) en medio de la manera en que la administración empresarial del CEO Macri está llevando adelante su siniestro plan económico de achique del Estado con despidos impiadoso y mediante el uso sistemático de tiros, palos, gases, detenciones, y todo tipo de ataque contra los que menos tienen. Está claro que el advenimiento del hijo de la Patria Contratista a la Rosada demuestra que son más de los que creemos los resabios de videlismo que quedan en esta sociedad mezquina que tiene como bandera a una clase media lumpen, que en su mayoría es manipulada por medios de in-comunicación y cebada por un odio nazi contra sus propios hermanos. Como dijo un lector de este blog, cada diez años las burguesías urbanas vernáculas se acuchillan a si mismas, o dicho en buen romance, se pegan tiros en los pies, impedida de entender que por más ínfulas y sueños que tengan de pertenecer al establishment, jamás los van a dejar llegar a ser un Bulgheroni, un Pérez Companc, un Bunge & Born, un Soldati, un Rocca, un Roggio, un Madanes Quintanilla, un Pescarmona, un Fortabat, un Anchorena, un Biolcatti, un Peralta Ramos, un Escasany, un Luro Pueyrredón, un Brito, un Alchourrón, un Alzaga Unzué, un Martínez de Hoz, un Pereyra Iraola, un Saavedra Lamas, un De Mendiguren, un Alsogaray, un Blaquier, un Mitre, un Saguier, un Noble, un Fontevecchia, etc, etc. Siempre les gana el "Medio Pelo Argentino" que tan bien describió el genial San Jaureche. El problema es que a ellos sólo se les empieza a complicar pagar el colegio privado de los nenes, cambiar el auto, renovar la decoración de sus casas o/y deptos, tener que elegir lugar más barato para vacacionar y ahorrar menos dólares. El resto de la pobre gente, de los que les metieron en la cabeza que son negritos peronistas que les roban el iPhon 4G en la esquina, son borrachos, drogones, y viven de arriba por que los bancan ellos con sus impuestos, se cagan de hambre, viven hacinados en villeríos de ranchos sin agua potable, gas, luz, asfalto, salud, educación, dignidad, nada!. Al Medio Pelo argento, que no puede evitar sentir "la inferioridad del nativo", cree que su aliado de clase es ese pseudempresariado delincuencial que si no paga salarios o abusa de sus empleados no es cachiporreado jamás, y al que le envidia sus lujosas mansiones, sus pilchas de primera, sus viajes por el globo entero, sus jets privados, sus veladas paquetas, sus autos de alta gama, sus amantes, sus cirugías estéticas, erra siempre el camino y termina perjudicado como cuando su ex ídolo Cavallo se quedó con sus ahorros bancarios. Apenas De La Rúa lo había puesto como ministro de economía, tirando a la basura su gobierno para siempre, los autodenominados "Media Class" celebraban creyendo de manera insólita que quien los cagó les iba a resolver el problemas. Hay que ser boludo eh!... así nos fue a todos!. Hoy la llegada de ese grupo gerencial a Balcarce 50 está haciendo tantos estragos juntos que hasta la última etapa desasertada de CFK empieza a parecer la panacea de la Isla de Utopía de Tomás Moro... cómo estaremos ¿no?. Para colmo de males, y como dijo la gran Simone de Beauvoir, "El opresor no sería tan fuerte sino tuviera cómplices entre los propios oprimidos". Además de los votantes nubespedisticos, las clases más bajas son incorporadas como "fuerzas de in-seguridad" para reprimir a sus pares. Una táctica siniestra pero que siempre le fue útil a las elites del mundo... ellos, los canitas, gendarmes y milícos, son los mejores para hacerlo. Que mejor que un explotado para venderle espejitos de colores, darle un FAL, una Carabina, una 9 Milímetros, y unas Cachiporras para defender los intereses de quien los negrea y basurea con trampas tan vulgares como hacerles creer que con ese uniforme tienen "autoridad" para meter bala a quienes los que les inventaron como también sus enemigos, en realidad iguales en medio de la misma desgracia. El grave hecho de violencia institucional que se dio ayer por parte de estos lumpen armados contra trabajadores fue ordenado por una serie de personajes que hay que empezar a escrachar antes de que se conviertan en los futuros videlitas y masseritas del poder político empresarial, ahora representado por los Chicagos Boys macristas como por el intendente PRO, Julio Garró. Aquí la excelente nota de Letra P:

El jefe Departamental de Coordinación platense, Comisario Inspector Darío Camerini, fue quien dio la orden a las fuerzas de Infantería que este viernes por la mañana reprimieron con balas de goma a trabajadores despedidos de la Municipalidad de La Plata. Asimismo, quien también tuvo intervención fue el superintendente Francisco Rupnik. Quien ejecutó la directiva fue el jefe del Distrito Centro, Carlos Gandolfi, quien precisamente reemplazó a Camerini en el cargo cuando éste fue ascendido a su actual función. Cabe señalar que ambos jefes policiales cuentan con antecedentes de accionar violento. Fue durante una protesta que el 8 de octubre de 2014 realizaron en la puerta del diario platense “Hoy” trabajadores de prensa que reclamaban la reincorporación de 10 periodistas en ese entonces cesanteados. En aquella oportunidad, la represión comandada por Camerini y Gandolfi se ejecutó con balas de goma que hirieron a los trabajadores, siendo algunos de ellos detenidos. Por este brutal accionar, ambos jefes policiales fueron denunciados penalmente por los delitos de “Abuso de autoridad y violación de los deberes de los funcionarios públicos”, “Lesiones”, “Abuso de armas” y “Amenazas”. Vale recordar también que Camerini fue titular de las comisarías 1ra, 5ta, 10ma y 9na de La Plata y además tuvo a su cargo el Distrito Centro. Reemplazó en su actual cargo al comisario general Adrián Castelli. En tanto, Gandolfi proviene de la seccional 3ra de Berisso.

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