martes, 5 de enero de 2016

Hoy 17:30 todos a la guarida de Szpolski para repudiar el vaciamiento del G-23, Perón y Av. Madero!

Después de que la empresa editora decidiera en forma unilateral no sacar el diario del 2 de enero por primera vez en seis años con excusas absurdas como que se le otorgaba un feriado más a los laburantes... insólito... Tiempo Argentino volvió a los kioscos. Se trató de una edición sin las firmas de los periodistas y fotógrafos, en reclamo por el aguinaldo, las colaboraciones y las comisiones adeudadas. Por ahora se volvió a la actividad a la espera de la reunión de hoy, que contará con el apoyo del conjunto de todos los Trabajadores de Prensa, en la guarida de "El Lobo" Sergio Szposlki en Puerto Madero donde nos juntamos todos a las 17:30 en Perón y Avenida Madero. Para ampliar la situación de los compañeros del G-23, durante las últimas horas, los colegas del diario El Argentino Mar del Plata concurrieron junto a representantes del Sindicato de Prensa a la audiencia citada por el Ministerio de Trabajo provincial, ante la persistencia de las autoridades de la empresa en negarse a pagar los salarios y el aguinaldo. Para el final de esta semana, la empresa que comandan Sergio Szpolski y Matías Garfunkel, deberá a los empleados dos meses de sueldo (noviembre y diciembre), además del Sueldo Anual Complementario que debían abonar por ley, antes del 18 de diciembre. Ningún representante de la firma se hizo presente en la audiencia, por lo que desde la dependencia se resolvió citarlos vía carta documento, tanto a Szpolski como a la gerenta de Recursos Humanos del grupo, María Perrone. Esto último, dado que a partir de una comunicación telefónica iniciada por los trabajadores, el propio Szpolski –en una muestra más de su cinismo y ninguneo- negó tener conocimiento alguno respecto de la situación de irregularidad absoluta a la que está sometiendo a los trabajadores y derivó la comunicación con los gerentes de la empresa. María Perrone, quien durante la asamblea de trabajadores del Grupo Veintitrés de la que participaron los compañeros en días pasados se comprometió a ser el nexo con la firma y a responder por distintas vías las consultas pertinentes (además de prometer una fecha de pago que se incumplió), no respondió a los insistentes llamados efectuados. Las actitudes tanto de Szpolski como de Perrone, no hacen más que reforzar la desidia y la falta de sensibilidad social ante la desesperante situación que se vive entre los trabajadores, que al día de la fecha no hemos logrado cobrar los salarios adeudados. Se suma la incertidumbre respecto de la continuidad de las fuentes laborales, dado que los representantes de la empresa se niegan una y otra vez a dar una respuesta. Se han cortado las vías de comunicación y nadie responde ante estas circunstancias que han roto con los principios básicos de cualquier relación laboral, que viola los derechos de los trabajadores y pone a 6 familias marplatenses en un estado de indefensión y vulnerabilidad inaudito. Por otra parte y para variar, mientras los trabajadores siguen sin cobrar sueldos y aguinaldos, uno de los dueños/testaferro del holding, el empresario Matías Garfunkel, se dedica a tuitear sobre la pelea que mantiene con su socio Sergio Szpolski. Hasta acá, los empleados procuraron no intervenir en disputas patronales. Pero el cinismo y la irresponsabilidad de Garfunkel llegaron demasiado lejos cuando, en uno de sus últimos tuits, nos envío su solidaridad. ¿Solidaridad con los trabajadores del Grupo 23 a los que él mismo y Szpolski no les paga? De ninguna manera. Se trata de una provocación que los trabajadores que no se va a tolerar. No sólo no se acepta semejante cargada: se rechaza, repudia y exige a Garfunkel que dejé de tuitear y cumpla con la responsabilidad que asumió cuando hace cinco años compró la mitad de las acciones de un grupo que emplea a unas 800 personas. Sus peleas con Szpolski y otros accionistas a los que menciona, como Darío Richarte y Mario Pergolini, no pueden ser excusa para violar la ley como lo está haciendo. No son problemas de los colegas. Garfunkel tiene que asumir y respaldar sus obligaciones accionarias como parte de la patronal que controla. Es inaceptable que un empresario con responsabilidades directas sobre sus trabajadores se desvincule mediante las redes sociales, con vidriosas declaraciones farandulescas que no se condicen con las innegables obligaciones que tiene en este conflicto. No es la primera vez que se refiere a sus asalariados. En otras ocasiones, también desde Twitter, escribió que vayan a reclamarle a Szpolski y que lamentaba nuestra situación. Garfunkel nunca en todo este tiempo dio la cara ante los trabajadores del Grupo 23. En cambio, se lo conoce más por sus viajes exóticos y apariciones en las tapas de revistas de otras editoriales. En estos momentos, ni siquiera se sabe dónde está. Que Garfunkel deje de tomarle el pelo a los trabajadores y, junto a Szpolski, pague los salarios y los aguinaldos que adeuda. Es tan responsable como su socio de la situación que atraviesan las familias del Grupo 23. Y se lo va a denunciar todas las veces que sea necesario. Nos vemos todos esta tarde!

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