viernes, 15 de enero de 2016

Szpolski no dejó salir Tiempo Argentino, igual siguen llegando apoyos a los cumpas del 23

Carta de los colegas de la AM 1190 y el respaldo insobornable de los compañeros de Clarín (Olé, La Razón y Muy), CN23 (del propio G-23), 360 TV, Radio del Plata, C5N, radio El Mundo, Crónica TV, Radio del Plata, Ciudad, Nacional, América TV, Radio Continental, la Televisión Pública, Canal 9, Télam y muchísimos más que se siguen sumando!

Para los inconscientes y mala leche que aneurados celebran que un compatriota se quede en la calle por cuestiones de odios ajenos (porque ni siquiera son de ellos, se los metieron en la cabeza potentados, que mediante sus brazos in-comunicacionales), primero les subimos una carta que da cuenta de quienes son los trabajadores de Radio América que van por su séptimo día de paro, y después la inmensa cantidad de compañeros que se solidarizan con la totalidad de los trabajadores del Grupo 23, y ojo!, sin olvidar lo que pasa en la histórica Radio Rivadavia y otras tantas empresas del rubro donde se está jodiendo a los obreros de la tinta, las cámaras, los micrófonos y el teclado. Oh casualidad, los que deberían poder contar la verdad de la milanesa. Ayer el siniestro y multimillonario Sergio Szposlki, junto a su par Matías Garfunkel (más testaferros varios) decidieron que Tiempo Argentino no saliera a las calles. Algo que sólo se puede saber por medios, mal llamados alternativos (porque no son ni chicos ni alternativos, sino medios con agenda propia de la vida real), y alguno como Canal 7, donde la Comisión Interna, parte integrante y fundamental del nuevo Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SiPreBA) no se deja atropellar ni por kirchneristas ni por macristas. O acaso creen que es casualidad que desde TN/Canal 13 hasta C5N las antinoticias e incomunicación pasen solamente por boludeses como el circo-show del Miami Vice argento de los Lanatta, Schilaci y el nuevo Al Capone latinoamericano, Iván Pérez Corradi. Obviamente mechadas con pavadas tales como que un tipo se olvidó a la jermu en una estación, o que Ricky Martín estaría enamorado. Todas mercancías para entretener a la gilada y no piense un sólo segundo en las hijaputeces que hacen en contra de nuestros intereses los poderosos que como siempre, quieren quedarse con todo lo que es de todos. Es impresionante la caza de brujas fogoneada por el peor enemigo de este pueblo, el nefasto Grupo Clarín, que envalentonado y sin tupé festeja cada despido acusando de "ñoquis" a la víctima, y aclaramos para los mal pensados de siempre, nadie niega que haya ñoquis, todos los gobiernos los han tenido y tienen, incluyendo el PRO, den una vueltita por la Legislatura del comisario Ritondo y después hablamos. Hoy el macrista Guillermo Lobo, sólo una pobre marioneta visible de la mezquindad, la falta de solidaridad, odios, desprecios, carnerismo, vanidad, avaricia, además por supuesto de esa estupidez googleana que lo caracteriza, no para de tener orgasmos con el cierre de otra empresa, en este caso aérea (SOL), que deja a centenares de personas y sus familias en la calle. Tampoco nadie niega que haya habido chanchuyos vía subsidios con el gobierno anterior, pero en lo primero que hay que pensar es en el que pierde su fuente de ingreso, después investigar que es lo que ocurrió y si había ilegalidades. Meter a todos en la misma bolsa es una práctica de manipulación del manual I del "algo habrán hecho". El burgués lumpen de clase media urbana, que es hablado por impiadosos como el CEO Macri y sus Magnettos, junto a sus satélites naturales, repite como loros "y si los echaron es porque los bancábamos nosotros con nuestros impuestos". De ahí a volver a: "y si se lo llevaron los milícos en algo andaría". Así todos callaron en su momento y permitieron una dictadura sangrienta. Lo más loco, delirante y triste es que todavía una gran mayoría caye, hasta que claro, les toquen el bolsillo y salgan a cacelorear junto a los que bautizaron piqueteros, en vez de trabajadores desocupados y con las necesidades básicas insatisfechas. Desde el '76 hasta el '83 el genocidio fue en base a secuestros y asesinatos, hoy es un genocidio de Mercado, silencioso, nos mata pero no en las mazmorras de la ESMA u otros centros clandestinos de detención, sino dejándonos librados a nuestra suerte, sin laburo y a la "fortuna" de que el estrés de perder lo poco que se tiene nos termine dejando como vegetales en hospitales "públicos", que no son nada más que ser el pasaporte a la morgue luego de fenecer por infartos, ACVs, muertes prematuras por haber caído en el empastillamiento permanente o el alcoholismo... ojo!, esto si todavía puede estar aferrado a eso que el medio pelo argentino bautizó "clase media", sino la muerte es más brutal... en un villerío urbano o conurbano, tiroteado por canas entrenados por el sistema de desigualdad para matar a sus pares de clase después de que hayan caído en la delincuencia, del paco, y drogas de baja estofa.  Pasa lo mismo en ranchos de provincias empobrecidas y feudales del norte donde los pueblos originarios van desapareciendo víctimas del hambre, de enfermedades evitables y endémicas, que permiten que no sean más dueños de sus tierras, fallezcan y puedan ocuparlas los latifundistas de siempre para cultivar su maldita soja, minas, petróleo, y cualquier recurso natural vital para todos los humanos, al que además se le pone un precio que oculta la explotación que se le hace al trabajador rehén de esas industrias de explotación y terror. En la Argentina, a pesar de que nunca hubo una revolución proletaria, más allá de la simbología kirchnerista, empezó otro proceso de destrucción de todo tipo de organización de los esclavos de este esquema de dominación. Todavía hay quienes tirados en una playita bonaerense se sienten Mauricio y piensan que esto es un "cambio" positivo. Ya les llegará el momento de entender que la capacidad cíclica del poder establecido para volver a apretarnos la soga hasta ahorcarnos, para colmo de males con nuestra complicidad y anuencia, es de una intrepidez que hasta ahora nuestras mentes consumistas de pavadas no han podido contrarrestar porque el enemigo nos divide día a día, noche a noche, hora a hora, minuto a minuto y segundo a segundo. Cambiar de verdad esto depende de todos y cada uno de nosotros, esa mayoría que sigue teniendo miedo a la libertad, como decía el viejo Eric From, no puede ser que prefiramos esa esclavitud conformista y acostumbrada a la "seguridad" y una "paz" policial que nos tiene de rodillas", a completarnos en seres libres, unidos en una sola idea, dignidad e igualdad de posibilidades para todos sin excepciones. Estos conflictos están abriendo cabezas y quizás sean el prólogo para que entendamos que un grupito de viejos o nuevos ricos no nos van a traer soluciones, porque ellos mismos generaron los problemas. 

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