Todos sabemos de sobra quien es y a quienes representa Sergio Tomás Massa. El señor feudal de Tigre es uno de los tipos más cínicos, soberbios e hipócritas que de la mano del kirchnerismo entró por la ventana al peronismo menemista residual. Hay que reconocerle que mantiene la línea y su lógica antiobrera por sobre todas las cosas. Lo increíble es que ponga en juego siempre sus aspiraciones presidenciales debido a sus enfermizas ambiciones de poder. Recordemos que después de armar una troupe impresentable de muchachos que le hicieron el favor a CFK yéndose con él, entre ellos el amenazador papal Raúl Othacehé, el pobre tipo se creyó Perón y empezó a maltratar a toda esa tropa de impresentables que en poco tiempo lo mandó a la mismísima mierda. Hasta el terrible panqueque y garca de Darío Giustozi lo mando al carajo en muy malos términos. Así "Sergio", como le dicen sus poquitos lugartenientes lameculos, puso en juego la posibilidad hasta de salir tercero como salió en las presidenciales. Como dijo el "escritor maldito" vernáculo Jorge Asís, lo salvaron de desaparecer del mapa electivo los "tíos buenos" Roberto Lavagna y el pejotista Aldo Pignanelli. Mal político y mucho menos estadista como lo llamaba ayer el acomodaticio Alejandro Fantino, Massa vuelve a tejer su propia red de autoflagelación. No leyó la primera movilización de ATE con 50 mil personas contra los despidos, la movilización que preocupó al PRO y a Clarín en favor de la "Tirana Prófuga" Cristina en Comodoro Py, y lo peor, la última convocatoria de las cuatro centrales burócratas, pero con reclamos justos, y que hicieron que salieran a la calle más allá de quien invitaba, a casi 350 mil personas. Minimizar esto interna y externamente sólo le cabe a un advenedizo como Marquitos Peña, el acomodado Fernando D'Andreis, o a un asesor ecuatoriano que cobra fortunas para ayudar a quien sea a llegar hasta las puertas del deseado cementerio y abandonarlo luego a sus suerte. Hace horas el pseudotigrense presentó dictamen propio con la excusa de que se incorporara al las Pequeñas y Medianas Empresas, que en realidad le importa tres carajos (ellas y sus empleados), en el proyecto que ya recibió media sanción del Senado. Cual es la verdad de esta milanesa?: los malandras que fueron el otro día a Casa de Gobierno a escuchar y leer el papel higiénico que Macri había firmado con 200 explotadores seriales, que se autodenominan empresarios, y que dicho sea de paso no tiene validez legal alguna a la hora de evitar despidos, que además se siguen dando, pidieron no quedar escrachados en la foto. Pero eso si, Corleóne Barrionuevo, el Gitano Cavalieri, el agente del Batallón 601 Gerardo Martínez, el colectivero que nunca manejó un bondi, Roberto Fernández, los Tutankamón de la monarquía burócrata Carlos West Ocampo y José Luis Lingeri, el despedidor serial de trabajadores de prensa Antonio Caló, el moyanista Juan Carlos Smith, el petrogarca y massista Guillermo Pereyra, y otros chantas más, negociaron no salir en la foto que les pedía el Hijo de la Patria Contratista ni firmar nada pero si, y ojo con esto, hacerse los boludos dejando que con la "reformas" impulsadas por el empleado de burócratas y empresarios, Sergio Massa, todo se diluya en una posible vuelta del proyecto de ley a la cámara alta para que muera allí. Otra vez el ex jefe de gabinete del cristinismo gusta las mieses de que dependan de él, pero hay algo que su lumpen cerebro antipolítico le impide ver. Atrás de eso o el veto del CEO de Balcarce 50 se viene una tormenta sin parangones de la que él va a ser cómplice. La única posibilidad de que la centrales pseudobreras vuelvan a la palestra y el protagonista es justamente tener un Massita que haga el trabajo por ellos y el inverosimil intento de ayudar a quienes le prometieron bancarlo en su camino a la Rosada. Pobre tipo, pero como dice el título de este post, que siga así. Dilapidar poder a canilla abierta es un "talento" que los codiciosos no pueden envidiarle a nadie, y que para como de sus males, tiene un costo tan elevado como inventar hegemonías ilegítimas que son gobiernos temporarios o instancias de proyectos de miniestadistas pasajeros.
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