viernes, 3 de junio de 2016

Quien avaló el apriete mafioso a Silvia Martínez Cassina fue el editor de Clarín Walter Domínguez


La Logia Clarín tiene diferentes recursos y estrategias para disciplinar a sus precarizados, vapuleados, explotados y abusados empleados. Alguna vez les hemos contado cosas más que interesantes de esa mecánica que es una invención en estas tierras de Don Héctor Magnetto (no se pierdan ni en pedo esto y esto). El divorcio, como lo llamó el exegeta del filonazi Tata Yofre, Jorge Asís, del "Gran Grupo Argentino" con el Kirchnerismo no consiguió que esa política de premios y castigos que lleva adelante el Oligopolio mermara, pero si que se conformaran comisiones internas en el diario y en las señales emblemas Canal 13 y TN. Hoy desenmascarada la burócrata y vergonzante UTPBA, que antaño supo ser combativa y hoy parece un moyanismo de cinco, apareció en escena el SiPreBA, nueva herramienta de los trabajadores de prensa que cada día va ganando adeptos en cada medio de prensa escrita, oral y televisada. En las empresas más duros el trabajo es más difícil para incorporar afiliaciones y compromiso con las causas que son de todos, pero eso no quiere decir que todos están bajo el ala del temor que les impone el Noble Imperios Corrupto, como lo bautizó el polémico Guillermo Patricio Kelly. Una de la compañeras emblema en ese rol es Silvia Martínez Cassina, una excelente profesional, colega y amiga solidaria que siempre participó de la conformación de esta nueva y verdadera organización gremial que está creciendo aunque a muchos les disguste. Por eso fue víctima de un ataque bajo, berreta, inútil, pendenciero, y que sólo puede ser resultado de un paupérrimo servilismo aneurado. A pesar de esa persecución de género y sindical grotesca, como dama que es y sin perder jamás su capacidad de análisis, la colega (vean y escuchen la nota realizada por La Paco Urondo en la marcha de #NiUnaMenos) manifiesta que esto proviene de las políticas de ARTEAR/Clarín que logra seguir imponiendo terror a sus precarizados asalariados. "El Silencio no es Salud", dice Silvia con mucha razón, contando además que nadie del Multimedios siquiera la llamó. Cassina se hace cargo de su historia de compromiso social y laboral que molesta que nunca fue permeable a los métodos de otorgar regalos, dádivas, posibilidades especiales y tampoco a la presión, al miedo, a al apriete. Por eso aclara la periodista que este mensaje burdo es una fórmula nueva que no iba a dejar pasar porque no es casualidad ni un chiste porque no viene de un redactor, sino de un jefe de área que tiene más de 20 años en la firma. Ella no lo nombra por piedad, pero este blog no se creo precisamente para ser tibios con esta clase de hijos de sus pobres madres. La persona a la que se refiere se llama Walter Domínguez. Un siervo clarinetista con delirios de estrella del rock & roll que está a cargo de la Sección de Espectáculos del matutino hace décadas. Este es el lamentable personaje:

El tipo pobrecito, así como es un vasallo del magnettismo más rancio, no pierde su capacidad para soñar con ser un star rock para codearse con "estrellas" frívolas del show business local. Gracias a sus "contactos" y sobresitos hasta consiguió que le hagan esta nota lamentable en la Revista Billboard Argentina donde habla como si fuera Gustavo Cerati o Mick Jagger. En un segmento del "publireportaje" el caradura dice: "Para la portada usé el vestuario que me prestó el Teatro San Martín, un traje que se diseñó para un personaje de la realeza". Noooo!, parece mucho, pero no!!, leanla entera acá porque hay más pelotudismo para cagarse de la risa!. Por favor no se pierdan esta otra cobertura que "la prensa" le dedicó al "Prince latino"



La cosa no queda acá, el "censor Tato de Clarín", o apretador desde las páginas de espectáculos del "gran diario" no se contenta con ser eso, además de un botón de Aranda, Noble, Pagliaro y Magnetto, tiene pretensiones de se un escritor "maldito" y escribió una supuesta "Novela del Año", en teoría dedicada a reflejar la vida (o no sabemos qué) de Marcelo Hugo Tinelli, uno de sus tantos iconos de la cultura popular, algo que utilizó para ver si tenía repercusión mediática, eso que tanto anhela como la fama, pero que no pasó del Diario Popular
Vamos a seguir ampliando sobre este sujeto macabro al que tuvieron que salir a desmentir diciendo que se trató de un error, pero obvio que no fue así, la historia real es que al más magnettista que Magnetto se le dictó por teléfono lo que tenía que poner y el muy boludo lo puso. Todos lo cubren y lo cubrieron, nosotros no!

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