Por supuesto semejante personaje como José Gervasio de Artigas no puede quedar en un pequeño documental solo. Su existencia, actividad y proceder en pos de lograr la unidad de los pueblos latinoamericanos del sur merece explicar más su compleja magnitud con dos trabajos indispensables. Los materiales que les ofrecemos para este domingo (acá está la saga completa del de Canal Encuentro, veanlos antes de que Hernán "Lonardi" los desaparezca) cuentan como ya antes de la declaración de independencia de julio de 1816, un año antes el prócer había acelerado la de la Liga de los Pueblos Libres que estaba conformada por la Banda Oriental (después Uruguay), que para él nunca existió como tal y sin embargo lo tomó como "Padre de la Patria", y lo que es ahora Entre Ríos, Corrientes, Santa Fe y Córdoba, atravesando por momentos otros territorios de la región. Más allá de la natural avaricia de los porteños les propuso unirse para conformar una potencia económica y soberana. Los xenófobos y sanguinarios alvearistas, sarmientistas y mitristas se impusieron haciéndolos ver como salvaje junto a otros caudillos, líderes de pueblos originarios, gauchos, y otros seres humanos que en un nazismo medieval fueron declarados enemigos de la supuesta civilización. Ya Montevideo tomada por los realista lo había traicionado pero nunca se entregó. Sus declarados enemigos no lo combatieron por su "salvajismo" precisamente, sino porque fue quien promovió la primera Reforma Agraria cediéndole tierras a los desterrados, vacas para producir, dignidad para trabajar y seguridad para garantizar que sus productos tuvieran prioridad por sobre lo extranjeros. Claro, el macrismo de antaño no podía permitir eso y lo obligó a un exilio eterno en el Paraguay. Igual nadie lo olvidó y menos que menos, nosotros. Así que periodistas, lectores ocasionales y cualquiera que se quiera dar una vuelta por acá, sigan metiéndose en la historia oculta de quienes alguna vez quisieron cambiar toda esta mierda.
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