domingo, 25 de septiembre de 2016

Hoy domingo vale cerrar la noche con Maria-Anne Erize, La Desaparecida de San Juan


La desaparecida de San Juan es un excelente libro que ningún argentino se animó a escribir. Si lo hizo, y muy bien un francés, Philippe Broussard. Algunos por ahí tuvieron la suerte de leerlo o no. Ahora tal vez se lo encuentre en algún saldo de la calle Corrientes o alguna otra librería de barrio. Lo cierto es que consideramos que  la historia de Maria-Anne Erizze no puede quedar en el olvido. Quizás sea la cara visible de toda una generación que el Estado genocida, el mismo que hoy está administrado por los hijos de los propios contratistas de los verdugos del vergonzoso ejército argentino, borró del mapa sólo por querer una sociedad más justa. Hija de los franceses Alberto Erize y Françoise Tisseau, pasó su infancia en la localidad de Wanda (provincia de Misiones, al igual que sus dos hermanos Yolanda. Más tarde se radicó en Buenos Aires, donde trabajó como modelo publicitaria. Fue Miss Siete Días (premio de la revista homónima). Su figura ilustró la tapa de aquella revista de actualidad, entonces de gran circulación. Quienes la conocieron de cerca aseguran que Marie Anne Erize parecía estar destinada a un futuro brillante. Erize también fue estudiante de la Carrera de Ciencias Antropológicas de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA. Pero todo se truncó en la tarde del 15 de octubre de 1976, cuando la joven acudió a una bicicletería en las inmediaciones de Trinidad en San Juan para arreglar una cubierta de su bicicleta. Allí fue secuestrada por tres hombres, en la esquina de las calles General Acha y Abraham Tapia, a sólo pocas cuadras de la Plaza 25 de Mayo, espacio principal del centro de la Ciudad de San Juan. Después, la bella modelo desapareció. Trabajaba, por entonces, junto con el sacerdote Carlos Mujica, asesinado en Buenos Aires. Quienes la recuerdan destacan sobre todo su belleza y aseguran que eligió defender aún con su vida el compromiso social que había asumido. Su amiga Margarita Camus, nieta del ex gobernador Eloy Próspero Camus, la recuerda como una mujer incapaz de pasar inadvertida. También recuerda la mujer, ex presa política y hoy profesora universitaria, que el mayor (destituido) Jorge Antonio Olivera y el coronel Eduardo Cardozo "se jactaban ante la tropa de haber violado a la francesa (en alusión a Erize)". Esos relatos habrían sido hechos por Olivera ante Jorge Bonil, entre otros. Bonil cumplía el servicio militar en el Regimiento de Infantería de Montaña 22. Luego desapareció. Por la desaparición de la modelo fueron procesados al general retirado Luciano Benjamín Menéndez, Jorge Antonio Olivera y Eduardo Vic, todos ya procesados por otras causas de delitos de lesa humanidad. Olivera ya había sido acusado en Italia por el caso, quedando entonces en libertad. El caso de su desaparición fue uno de los más simbólicos de la dictadura en el San Juan de los años '70 por sus repercusiones internacionales. Vean este domingo aprovechen para conocer a quienes la recuerdan y su vida, apaguen la teleparasitaria un rato y les podemos asegurar, no se van a arrepentir.

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